12 de noviembre de 2012

El R.Madrid a lo suyo; chulería y punto.

Lo que pasó ayer en el Ciudad de Valencia fue cualquier cosa menos fútbol. Primero porque el terreno de juego no se prestaba para más, y segundo porque el juego de ambos equipos se basó en pelotazos al área y patadas a diestro y siniestro, aunque para el señor Muñiz Fernández, solo eran consideradas como falta aquellas que venían del bando granota.

Pese a ello, le vino justo al Madrid ganar ayer al Levante. La prensa nacional defiende a los blancos y es hora de decirles que se callen, que basta ya de defender a una cuadrilla de maleducados, que protestan por todo cada dos por tres y que además tienen el valor de quejarse de los árbitros, ¡ES UNA VERGUENZA!

Además de todo esto, está esa parte de la afición que dista mucho de ser la afición educada y ejemplar que debería ser (no es que el resto de aficiones sean educadas, que no lo son). Sobraban los gritos de: "A segunda" "Es un sapo el que no vote", "Ballesteros hijo de puta", "navarro muérete", "Puta levante"... y una larga lista con más cánticos de este tipo, porqué, ¿que tiene que envidiarle el Madrid al Levante? ¿de verdad necesita comportarse así en los terrenos de juego? deberían estar por encima de todo eso, luego que no se quejen de que a ellos les digan lo que les dicen, porqué son quienes más tienen que callar.

Al acabar el partido, la cosa no quedó ahí. En los vestuarios hubo lío,  lío que empezó Pepe, como no podía ser de otra manera, mofándose de los jugadores granota. En los últimos minutos del partido, encala un balón y se gira a la grada riéndose de sus aficionados, acaba el partido y se pone a bailar en la puerta del vestuario rival. El señor Ramos (señor por circunstancias) ataca a Ballesteros y defiende a Pepe, ¡¡DEFIENDE A PEPE!! Si no lo conocéis, Pepe es este tipo:



Se queja Ramos de que a Ballesteros no le gusta jugar al fútbol y que ayer aquello parecía un combate de boxeo, claro, es que ellos hicieron un partido de un juego exquisito.

Pero el responsable de los incidentes en el túnel de vestuarios al terminar el encuentro, no sólo es polémico por sus entradas a los contrarios y a sus propios compañeros (a Arbeloa le dio una patada en un alarde de caballerosidad), es un provocador nato y un teatrero, es uno de esos jugadores que le sobran al Real Madrid, y con el pueden marcharse Marcelo, Cristiano, Callejón, Ramos y su entrenador, que se están cargando el nombre de su entidad, el mejor club del SXX.


Por ello, la mejor manera de ver a estos jugadores, es en la grada o en el vestuario, dándose una ducha de agua fría para pensar en si la imagen que dan es la mejor, deben ser conscientes de lo que son, de dónde están y sobre todo, de lo que representan y a quién representan, y se ve que los blancos, esa seña de identidad la han perdido.


NOTA: Con esto no trato de justificar la actitud del Levante (que también tiene los suyo), sino que se hable de la otra parte, que parece ser que los medios pasan por alto.

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