27 de febrero de 2013

Está saliendo caro viajar por Europa.

Hace poco más de 8 meses el Levante cumplía un sueño, bueno uno no, dos. Se mantenía en primera por tercera temporada consecutiva (mal se tienen que dar las cosas para que no haya una cuarta) y se clasificaba para una competición europea por primera vez en su historia. Evidentemente la euforia no tardó en desatarse por Orriols, pero aquello no fue nada comparado con el pase a Octavos de final, tras pasar por encima de todo un Olympiacos griego, lo cual asegura dos partidos más en Europa.

Pero como en el cuento, no es oro todo lo que reluce, y la europa league se está convirtiendo en un lobo con piel de cordero para el Club. Si bien es cierto, que en lo económico es un impulso importante, en lo deportivo, ya está empezando a pasar factura eso de jugar dos partidos a la semana.

No es que la plantilla sea corta (que puede que si lo sea) sino que es una plantilla mayor. Juanfran, Juanlu, Barquero, Munúa (que no juega en Europa pero si viaja con el equipo) y el propio Ballesteros, ya no están para tanta batalla; están para batalla, pero no todos los días. La dosificación de minutos en la primera vuelta parecía algo más equilibrada, pero claro, ahora nadie quiere perderse un solo minuto de competición, y para Juan Ignacio Martínez, eso se está convirtiendo en un problema.

El equipo lleva tres desastres consecutivos en liga, si bien contra el Málaga se puede perder, no cabe posibilidad de hacerlo contra la Real y Osasuna, dos rivales directos en las aspiraciones granota en la Liga BBVA. Al equipo le falta frescura; se nota en los últimos minutos, y eso al final acaba por jugar malas pasadas, como por ejemplo el pasado fin de semana en casa, cuando en apenas minutos, se van los tres puntos hacia Pamplona, sin que haya opción siquiera, de pelear por defender el empate a 0.

Es decisión del entrenador, alinear a uno u otro jugador, y aunque las bajas no ayudan mucho, seguro que hay opciones para no sobrecargar de minutos a jugadores importantes del equipo. Aquafresca, Valdo, Roger, Dudka, Pedro Ríos, Vyntra, Nikos… hay una buena lista de jugadores que pueden ayudar al equipo en esa tarea de dosificación que se antoja cuanto menos necesaria, y si no hay confianza en ellos, que se recurra al filial, ¿por qué no Marín, Mossa, Iván López, Juanma, Provencio… pueden ser un Rubén, un Roger o un Iborra? El Levante se juega la tostada en la Liga y no en la Europaleague.



Con todo esto no digo que haya que tirar por la borda la competición continental, pero si digo, que los jugadores tienen que estar al 100% para la Liga, y sino lo están, no deberían jugar en otra competición, porqué para eso hay jugadores sobradamente capacitados para defender al club donde sea necesario.



Se vaya Martins o no, (hay que entender que 4 millones sin "meleta" para las arcas azulgrana), haya más o menos lesionados, o se hagan o no rotaciones, el equipo tiene tiempo y recursos más que de sobra para enderezar el rumbo en el campeonato doméstico.



Vía @sergionthebeach

18 de febrero de 2013

Si Goya levantara la cabeza...

“Un segundo, tenemos que lamentar un error, nos han dado dos sobres. Es un error gordo, lo sentimos muchísimo”. Esta es la frase que lamentablemente va a pasar a la historia de la 27ª edición de los Premios Goya.

Pasando por alto la retaila de errores que hubo en esta edición, lo que riza el rizo del asunto, es la crítica política continua que se hace en estos premios. Se aprovecha la retransmisión de este evento, a su audiencia y al ente público para reivindicar unos derechos, que si, hay que reivindicar, pero en el lugar que corresponde.

Vivimos una época (parece mentira que sea el S XXI) en la que utilizamos cualquier contexto para las reivindicaciones políticas, véase el caso del deporte, con las pitadas al rey cada vez que hace acto de presencia, o los gritos independentistas en los campos de fútbol de Cataluña y País Vasco. También ahora se hace desde la posición privilegiada de una gala de Cine.

Algunos dirán que el Cine es cultura (que lo es) y que le afecta la subida del IVA, cierto, pero fuera de lo propio del sector, cualquier otra reclamación sobra. Estamos acostumbrados a que el Congreso de los Diputados no sirva para nada, que tenemos que hacer uso de cualquier otra plataforma para hacernos oír, y ese no es el camino.

Sin quitarle mérito a los gráciles recursos de Eva Hache, que nos hizo reír a todos (no es normal ver al Ministro Wert contra las cuerdas y sin vías de escape cerca), hay que decir que hubo un exceso de actos y palabras de protesta, y lo que debía ser una gala para festejar el mejor año del cine español, se convirtió, por desgracia, en el´ring de batalla de unos pocos.
 
 

Es cuanto menos paradójico que quienes claman al cielo por los recortes y por la política del gobierno, lo hagan vestidos de Versace o Armani, y que Javier Bardem, sentado al lado de su madre Pilar (con una chapita contra los recortes en sanidad) este precisamente sentado ahí, cuando el hizo cerrar una planta entera de un hospital de lujo para el nacimiento de su hijo, ¿Qué sabrá el lo que es esperar horas y horas tirado en un pasillo para ser atendido? Una vez mas, mal elegido el momento y mal elegido el lugar.

Que Antonio Bayona sea el mejor director por “Lo imposible”, que Maribel Verdú gane el premio a mejor actriz, o que José Sacristán sea galardonado por primera vez por su trabajo en “El muerto y ser feliz” queda en un segundo plano, cuando en realidad debería ser la noticia, y no si a tal actor o a tal actriz le pica esto o le molesta aquello.

Vía @sergionthebeach

15 de febrero de 2013

Todo menos cargarse el Senado...

Cuando crees que no puede pasar nada más, ¿Qué sucede?; pues que pasa. La mochila de ideas de Montoro parece no tener fin, dentro de nada sacará una puerta mágica para viajar a otro mundo mejor, como si de Doraemon se tratase.

Ahora los que van a pagar el pato con su sueldo son los concejales de los Ayuntamientos. Un 83% de ellos van a dejar de recibir retribución por su trabajo al frente de las distintas concejalías de los ayuntamientos. Los únicos políticos (no todos pero sí la mayoría) que sirven de algo en nuestro día a día son los que ahora no van a cobrar por su trabajo.

Montoro se alía con su amiga Cospedal en la idea de que la política es una vocación y que no debe ser retribuida; claro para ellos, para la clase alta del país que puede permitirse ir a un hemiciclo a hacer el “gandul” mientras ganan una fortuna por estar en el consejo de administración de alguna empresa, puesto al que por supuesto han llegado por el puesto público que ocupan, en fin, quieren ser los reyes del mambo, y nosotros no hacemos nada, nos callamos como putas porque creemos que no podemos hacer nada, y estamos equivocados.

 

Pretenden convertir la política en lujo al alcance de los suyos. Se ven solos, aislados, y van a morir matando, son incapaces de pensar en el bien general de España y piensa tan sólo en el suyo propio. En el banco de enfrente, rubalcaba no parece ser rival para todo el embrollo en el que está metido el partido que Gobierna el país, y sinceramente, si con la que tiene encima el PP, el Secretario General del PSOE no es capaz de ganarles terreno, lo que tiene que hacer es marcharse. Además ya está mayor, que haga como el papa y se retire a leer y a pasear entre naranjos, y deje el sillón a quienes si parecen tener un poco de “espenta” (como dicen en mi tierra).

Ya lo decía Harold Laski a principios del Siglo XX, “La autocensura ante la injusticia nos ciega cada vez más ante la conculcación de las libertades”. Damos pasos hacia atrás si sigue siendo válido un modelo progresista de hace 80 años.

Si el señor Montoro pretende convencerme de que el Senado es fundamental como cámara de representación Territorial del estado, va listo; y si no quiere entender que con el sueldo de los “señoritos” que se sientan allí con la única finalidad de apretar un botón, aunque no sirva para nada, no se puede pagar a los concejales que va a dejar en la calle y que están codo con codo con el pueblo (cosa que el no hará en su puñetera vida), es que quizá no tenga ni idea de lo que significa ser político, pero claro, como según el, la corrupción es algo normal y no hay que alarmarse por ello…

Sin un Gobierno no cumple la función fundamental, no es un Gobierno, y por tanto quizá sería necesario un cambio; “La función de un Gobierno es la satisfacer los deseos racionales del pueblo, o en el peor de los casos, permitirles esa satisfacción; y nada se aproxima tanto a la satisfacción de sus propósitos como la aquiescencia a su prohibición” una vez más un Laski muy elocuente.

Vía @sergionthebeach