20 de diciembre de 2012

Hasta los mismísimos...

He tardado mucho en empezar esta entrada en mi blog por una razón muy sencilla: ¡Estoy hasta los mismísimos!
 
Hay profesiones que no se pueden elegir (o si) y que no son vocacionales, profesiones que no te llenan y a las que te dedicas por dar de comer a tu familia, como un medio para conseguir un fin, pero cuando tu fin es tu profesión, la cosa cambia.

Médicos o veterinarios, biólogos, investigadores, diseñadores, músicos o cocineros y por supuesto PERIODISTAS. Los periodistas son un grupo de gente enferma de actualidad y verdad, y esa enfermedad es crónica e incurable -por mucho que unos poco se empeñen en erradicarla de raíz-. El que es periodista lo es 24 horas al día, esa profesión no descansa nunca, evoluciona con los tiempos, está viva, y lo está en cualquiera de sus modalidades (economía, sucesos, política, deporte, cultura...) y da igual que sea para televisión, radio, televisión, fotografía, un blog o para la república independiente de tu casa, el periodista siempre está alerta, atento para analizar lo que ocurre en su entorno, con el detector de noticias encendido a todas horas.

Por desgracia vivimos tiempos muy complicados para todos/as. La situación económica está causando estragos en la sociedad española (y en el resto de Europa) y evidentemente eso afecta a todas las profesiones, porqué esos enfermos de verdad también son profesionales y hasta hace poco podían vivir de su sueño, de su vocación, el periodismo. 
 
Ahora los grandes grupos editioriales y audiovisuales están reduciendo personal a expuertas, Público tuvo que dejar de imprimir su rotativo, Marca (Radio, TV y prensa) está inmersa en una remodelación de personal, El País aprobó el ere hace poco y RTVV echa a sus empleados mediante correo electrónico, uno como este:


Este ERE tiene mucha historia. La mala gestión de muchos y la "colocación de amiguetes" ha provocado que esta empresa pública no pueda asumir gastos, independientemente de su campaña de ocultación de información que daña al PP y de ataques a la oposición, de que esté manejada por los dirigentes políticos de la Comunidad Valenciana y esté falta de verdad, en ella trabajan muchos profesionales, pero de verdad, que en ningún caso deberían verse afectados por la gestión nefasta de unos pocos que tan sólo miran hacia su bolsillo. 
 
 
 
Muchos que como yo, están estudiando periodismo, o bien son ya periodistas y no tienen trabajo, estarán buscando la manera de subsitir, probablemente en un trabajo que no les llena -en la mejor de las situaciones- o emprenden un viaje al extranjero dónde seguro que se valora la calidad de los periodistas de este país que aquí por desgracia no se valora. Los estudiantes de periodismo estamos desilusionados, no vemos un futuro en el que podamos dedicarnos a ser lo que somos y ganarnos la vida con ello (porqué pase lo que pase no dejaremos de ser periodistas), y esa situación es injusta, es injusto que paguemos muchos las nóminas de unos pocos...
 
Vaya por delante mi humilde mensaje de ánimo a todos ellos, porqué sin ellos el periodismo valenciano pierde mucho, quizá pierda a los únicos que podrían hacer de RTVV una empresa imparcial y libre de presiones políticas, aunque por otra parte quizá algunos no quieren que esto pase.
 
Vía @sergionthebeach