"Escupitajo" al Real Madrid

A los malos modales de Marcelo, Pepe, C.Ronaldo o Mourinho estamos acostumbrados, y ningún favor le hacen a su club, por mucho que su presidente los defienda a capa y espada. Sus continuas salidas de tono nunca han tenido consecuencias y quedan en meras anécdotas, pero lo de hoy ha conseguido colmar mi barreño de paciencia.

 

Tan sólo habían transcurrido 13 minutos de la primera mitad del partido, cuando el 10 blanco tuvo un enganchón con Gregory. El central del Sporting le recriminó por haberse tirado y el canario lanzó una patada desde el suelo que le supuso la tarjeta roja directa, dejando tirado a su equipo para lo que quedaba de encuentro.

 

Jesé propina una patada al jugador del Sporting Gregory

Su equipo perdía ya por 0-2 y camino de los vestuarios, escupió a un jugador del equipo rival, conducta injustificable en ningún caso. Lo verdaderamente triste, es que no solo escupe al rival, sino a la camiseta que lleva con tanto orgullo.

 

Jesé escupe a un rival camino de los vestuarios

Aunque más tarde pidiese disculpas a través de twitter (recurso cobarde al que acuden a pedir perdón los que no lo harían a la cara), la acción queda ahí. La conducta de los jugadores de este club (lo siento por generalizar) deja mucho que desear. Parece ser que ser un "broncas" es condición indispensable para triunfar en el club blanco.

 

El que sale dañado de todo esto es el club. Un Real Madrid con un historial envidiable, al alcance de muy pocos, un club  referencia en la historia del fútbol que no se puede permitir este tipo de actuaciones por parte de sus jugadores y ahora también, por parte de su entrenador (que además los defiende). La última de su míster, es la "puita" al filial por no estar en sintonía con la filosofía de juego del primer equipo.

 

Dista mucho la imagen de este Real Madrid, de la del Bilbao, Levante, Sevilla, Betis o Valencia (entre otros), ahora mismo, ocupan posiciones de descenso en la clasificación de la educación y la coherencia, ya no futbolística, sino como personas, que al fin y al cabo es lo que somos todos.