Los conflictos sociales no existen, las desigualdades de género son irrelevantes, la homofobia es desconocida y los nacionalismos son ideologías excluyentes, excepto el nacionalismo español, por supuesto. Ese es el sonido de la nueva asignatura de Educación Cívica y Constitucional que reemplaza a la Educación para la Ciudadanía de los socialistas, tantas veces descalificada como sectaria por la derecha. La doctrina de la iglesia y del PP puestas en partitura por Wert.
No critico en absoluto a un partido o a otro, critico a los dos, critico la falsedad, las mentiras, el obscurantismo de sus propuestas políticas (algunos ganan elecciones sin programa electoral y otros lo tienen equivocado) critico también las mentiras y el derroche que nos han llevado a esta situación.
Tenemos dinero y lo tiramos y ahora que no tenemos, recortamos en educación, sanidad o I+D+I manteniendo por supuesto el canon de la Fórmula uno o regalando miles de millones a Bankia, una entidad que esta abocada al fracaso por los numerosos casos “extraños” en los que se ha visto sumergida su gestión desde tiempos prehistóricos, o mantenemos la inversión en el ejército, no sea que nos invadan cuatro nómadas del desierto un pedrusco y tengamos que mandar allí cuatro fragatas y varias unidades de intervención para asegurar el perímetro.
La política de recortes mal aplicada, la política de gestión de los bienes públicos que tanto han costado conseguir junto a la subida de impuestos, quizá no sea la solución para desahogar las maltrechas economías de algunas familias que a llegan a fin de mes con el agua al cuello, por no hablar de aquellas que subsisten de la prestación por desempleo que a duras penas les permite comer todos los meses.
La mayoría del PP en el congreso es mala, es mala para todos, no solo para aquellos que predican una doctrina diferente, sino para los propios votantes del PP (muchos de ellos ahora se arrepienten), pero así nos gobierna el PP, ningunea al Parlamento (hace nada vimos a la señora Celia Villalobos mandando a tomar aire a un diputado que se quejaba de que tenia que votar unas enmiendas en cuestión de una hora, y acababan de recibirlas para leerlas…) desprecios a la oposición, contacto nulo con los sectores sociales, uso del decreto ley como si fuese el café de las 8 de la mañana y la negativa de dar explicaciones al país de absolutamente nada, como por ejemplo el caso Bankia.
La verdad es que no tenemos solución al problema, pero seguro que la solución no es seguir dando poder al que ya lo tiene a costa del que come pan y bebe agua día si y día también como si de tiempos de postguerra hablásemos. Lo que le falta al gobierno es dar una cartilla de racionamiento al que no tiene para comer, y repartir mendrugos de pan duro en la puerta del congreso.
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